Ariel Rivero: “Si el problema no es la barrera, ¿Cómo se entiende que cruzando el río Colorado se abaraten tanto los costos?

Río Negro01/05/2025
carnes carne frigorifico
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A partir de esa pregunta el referente mileista en Río Negro se refirió a la discusión de la flexibilización de la barrera sanitaria y sostiene que ninguno de los actores que la defienden está pensando en los consumidores de la Patagonia, que desde hace muchos años compran el asado al doble de lo que lo pagan del río Colorado hacia el norte.

Rivero sostiene que “desde que se conoció la resolución del SENASA sobre la flexibilización de la barrera sanitaria, los posteriores reclamos y la suspensión de la medida por 90 días, hemos escuchado voces de funcionarios, legisladores, personas vinculadas al negocio de la carne, algunos productores de la Patagonia y fuera de la Patagonia argumentando sobre los pro y los contra de la discutida medida”.

Agrega que “se entienden los argumentos contrarios a la medida, en cuanto a la importancia que tiene para nuestros frigoríficos y productores este estatus sanitario para poder exportar la carne producida en la Patagonia a algunos países europeos y Japón y los efectos que podría causar a la economía de la región”.

Reclama que “lo que nadie dice o explica en forma contundente y con argumentos sólidos es por qué, en la región seguimos pagando desde hace años, el kilo de carne a casi el doble de lo que se paga en el resto del País. Decir que también la carne sin hueso es cara no es una respuesta sólida. Y si el problema no es la barrera, ¿cómo se entiende que cruzando el río Colorado se abaraten tanto los costos”?

Señala más adelante que “por otra parte, también es fácilmente comprobable para cualquier patagónico que, en coincidencia con la discusión del tema de la barrera, sorpresivamente y por primera vez en muchos años, algunos cortes de carne con hueso y sin hueso comenzaron a descender en los comercios en que se vende. Quiero hacer un análisis desde el sentido común, a riesgo de equivocarme”.

En su análisis el titular del Primero Río Negro sostiene que “por un lado, si alguien tiene la exclusividad en estas tierras de poder vender carne en el exterior y en el mercado interno, es muy probable que priorice enviar fuera del País sus mejores cortes, por los que además cobra en moneda extranjera y repartir el resto en la región. Esta en todo su derecho de manejar a su criterio los números de su empresa. Lo que no está bien es que se nos venda ese resto de carne a nosotros que somos consumidores cautivos de sus productos, a 15 o 16 euros como cuesta en París”.

Rivero cierra manifestando que “si como dicen el problema del precio no es la barrera, entonces que, entre los que tienen el monopolio, los productores, los intermediarios y los comerciantes, sinceren sus costos y sus ganancias, que sean claros con sus consumidores cautivos y que brinden sus argumentos con transparencia y honestidad y que no esperen a que entre el asado brasileño a $ 9.000 el kilo para dignarse a resignar parte de sus ganancias”.

ariel rivero

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