
En Bariloche, un adolescente de 14 años mató a un ladrón que quiso robar en su casa
Policiales y Judiciales07/03/2025




Un adolescente de 14 años disparó y mató a un ladrón que intentó ingresar a su vivienda en el barrio El Frutillar de la ciudad de San Carlos de Bariloche, provincia de Río Negro. El fallecido, identificado como Agustín Leandro Ortiz, de 33 años, recibió un impacto de bala en el pecho y murió en la puerta de la casa. Según la investigación, el menor utilizó un arma registrada a nombre de su padre para repeler el intento de robo.


En un primer momento, la información sobre el hecho fue confusa. En la tarde del martes, la Policía de Río Negro y el Ministerio Público Fiscal (MPF) se presentaron en el domicilio ubicado sobre la calle Neneo tras un llamado al 911 que reportó un cuerpo sin vida en el lugar. Inicialmente, no se conocieron más detalles sobre las circunstancias de la muerte, ya que la fiscalía solo confirmó que el cadáver correspondía a un hombre mayor de edad y presentaba una herida de arma de fuego.
Horas más tarde, el MPF informó que el fallecido había recibido un disparo en el pecho. La autopsia, realizada a la mañana siguiente, determinó que la causa de muerte fue un shock hipovolémico. El proyectil quedó alojado en la parte superior de la espalda y fue extraído para ser sometido a pericias.
Con el avance de la investigación, se supo que el disparo había sido efectuado por un adolescente de 14 años, quien se encontraba solo en la vivienda al momento del hecho. La fiscal Betiana Cendón contó que, al entrevistarlo, el menor les dijo que tomó el arma de su padre cuando vio que una persona intentaba ingresar a la casa y disparó.
Debido a su edad, el chico no puede ser imputado. “Si es un menor de 14 años no hay nada que hacer. No podemos avanzar contra un menor de 14 años”, sostuvo la fiscal Cendón en diálogo con Radio Seis. Además, indicó que la Justicia de Familia y la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) intervendrán en el caso para evaluar la situación del adolescente, siguiendo los protocolos de rigor.
Fuente: Vía Szeta

















