





Un estudio elaborado por IPA (Asociación de pequeños y medianos empresarios de la industria nacional) dio a conocer que el año pasado (2024) cerraron cerca de 10.000 establecimientos, con la consecuente pérdida de más de 200 mil trabajadores. Los fabricantes cierran o despiden a sus empleados porque no tienen ventas, a raíz de las altas cargas fiscales que deben aportar al estado. Sería auspicioso que el ministro Luis Caputo implemente “un plan económico productivo que incluya incentivos y beneficios a la producción argentina, con el fin de promover nuevos empleos”. Para que la economía resurja, es indispensable la reducción de impuestos al campo, pymes y fábricas. Si el gobierno no toma las medidas correctas, la importación de mercaderías, va a dejar a nuestras pequeñas y medianas empresas camino a la quiebra, generando más desempleos en el 2025. En síntesis: “Se necesita poner a la Argentina de a pie y crear puestos de trabajo para un mejor bienestar de la gente”.
Hugo Modesto Izurdiaga
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