A fines de Julio de 2019 siendo legislador provincial participé del 11º Congreso de Desarrollos e Inversiones inmobiliarias en la ciudad de Buenos Aires, en donde expuse frente a 800 empresarios sobre la importancia y futuro de Vaca Muerta y las ventajas de invertir en la región, no sólo en el rubro inmobiliario sino también industrial.
Dije “Río Negro es Vaca Muerta. Siempre que se habla de Vaca Muerta se piensa en la provincia de Neuquén, pero no en la importante superficie que abarca en territorio rionegrino. Como dirigentes políticos tenemos la obligación de crear fuentes de trabajo sustentables para nuestros vecinos y esta es sin duda nuestra oportunidad. Vaca muerta es el motor de desarrollo de Río Negro”.
Meses después, el 11 de marzo de 2020 junto al entonces intendente de San Patricio del Chañar, Leandro Bertoya compartimos en su localidad una cena con empresarios e inversores nacionales y extranjeros, para mostrar las bondades de la región.
Esa noche de hace casi cinco años manifesté primero a nuestros invitados y luego por diferentes medios de comunicación que Vaca Muerta solo se había desarrollado en un 4 por ciento por lo que debíamos prepararnos para un futuro inminente a fin de que no nos pase lo mismo que en otras localidades en las que el desarrollo le explotó en las manos sin que pudieran planificar y prepararse.
Mencioné allí que esto nos nos podía sorprender a nosotros y que debíamos trabajar concienzudamente en la planificación, en mejorar nuestros niveles de atención de la salud, la educación, la seguridad porque en poco tiempo el mundo estará hablando de Vaca Muerta y me parece que muchos no toman dimensión de donde estamos parados.
También mencioné aquel 11 de marzo de 2020, que ojalá podamos lograr que la Argentina sea un país más previsible y confiable y comiencen a venir los grandes capitales a desarrollar la riqueza que tenemos.
Hoy cinco años y medio se dieron cuenta que Vaca Muerta es Río Negro, porque el primer proyecto de pozos no convencionales llegó a territorio rionegrino lo que significa en palabras del gobernador que “no sólo se están generando empleos e inversiones, sino que estamos posicionando a la provincia en un nuevo escenario energético”.
Pero nada cambió a pesar de aquellas intenciones y propuestas del 2019, para que el gobierno de la provincia tomara cartas en el asunto y gestionara y trabajara en el desarrollo, en la planificación y en el mejoramiento de esta parte de la provincia.
La Ruta 151 está peor que en aquellos tiempos, de la provincial 69 donde pasa casi la totalidad de la logística, ni que hablar. Los problemas de los servicios esenciales igual o peor. Manos “anónimas ¿?” nos frenaron el proyecto de la planta potabilizadora de agua en Campo Grande, sobre la segunda reserva de gas del mundo tenemos vecinos que no tienen ese servicio en sus casas, entre otras deficiencias que vuelven a demostrar una característica repetida de la vieja política, no se trabaja con orden, no se previene, no se planifica.
Afortunadamente asistimos en el País a un cambio de rumbo orientado a modificar estas metodologías y si bien no es una tarea sencilla, hoy asistimos al resurgimiento de un país más previsible y confiable, estamos convencidos, hoy más que nunca que es posible desarrollar un sostenible, real y verdadero proyecto para Río Negro.
En Primero Río Negro estamos dispuestos y preparados para afrontar los desafíos y cumplir con los objetivos que orientaron su conformación como partido, que tiene como base fundamental el orden, la adecuada planificación, el trabajo duro que propicie el progreso y el bienestar de nuestra gente.