Tres audiencias, un acuerdo: la mediación que reabrió un vínculo familiar en Bariloche

En un proceso que demandó tres encuentros en el Centro de Mediación de Bariloche, una madre y un padre que mantenían fuertes diferencias sobre la crianza de sus hijos alcanzaron un consenso que evitó un juicio. Además abrió un proceso de revinculación entre el progenitor y los niños que llevaba años postergado. El procedimiento demandó dos meses de trabajo, con una dinámica en la que no sólo se discutió dentro de la sala de audiencias, sino también a través de un seguimiento constante del equipo de mediación, que mantuvo la comunicación entre ambas partes acercar posiciones.

El primer obstáculo fue económico. Se discutió quién debía afrontar los gastos escolares y terapéuticos, cómo se harían los pagos y qué mecanismos permitirían transparentar los comprobantes. Finalmente, se fijó un esquema concreto: el padre asumirá la cuota mensual del colegio de la hija menor y costos extraordinarios de los otros hijos, mientras que los recibos y facturas deberán enviarse en plazos determinados. Para evitar nuevos conflictos, también se estableció un canal de comunicación limitado exclusivamente a la rendición de esos gastos.

El aspecto más sensible fue la revinculación del padre con los hijos, luego de un tiempo prolongado sin contacto. Ese punto, que parecía infranqueable al inicio del proceso, pudo resolverse mediante la intervención de una profesional designada para acompañar a la familia. Será ella quien evalúe la modalidad y frecuencia de los encuentros, con pautas que deberán respetar todas las partes involucradas. El padre asumirá los costos de las sesiones y la madre garantizará la asistencia de las personas menores. Los informes de la profesional serán clave para avanzar con el proceso de revinculación.

El acuerdo también incluyó una cláusula de revisión a los tres meses, lo que permitirá evaluar avances y realizar ajustes si es necesario. De esa manera, el convenio no queda congelado en una fórmula rígida, sino que se concibe como un instrumento dinámico capaz de adaptarse a la evolución del proceso.

La mediación permitió que un conflicto complejo, cargado de tensión emocional y económica, encontrara una salida consensuada sin necesidad de una sentencia judicial. El tiempo invertido en estas tres audiencias evitó una causa judicial de mayor extensión y abrió un camino para que los hijos puedan volver a vincularse con su padre bajo un marco de acompañamiento profesional y contención institucional.