





La concejal Silvina Franco presentó un proyecto de ordenanza para crear en Viedma el 'árbol memorial de las mascotas' en el Parque Ferreira, que permitirá crear un espacio colectivo de memoria, duelo y unión en el marco de la naturaleza.


"Este lugar representará el lazo eterno entre la comunidad y sus animalitos, que también fueron parte de su familia", señala la iniciativa de la libertaria.
Entre los fundamentos expresa que "las mascotas forman parte integral de la vida de muchísimas de familias. Son fuente de compañía, afecto y sostén emocional. Estudios en psicología del duelo reconocen que la pérdida de un animal de compañía puede generar un dolor tan intenso como la pérdida de un ser humano cercano, dado el vínculo de apego, cuidado y amor que se establece".
Dice que "según un estudio de la Universidad de Michigan (2022), el 85,7% de los dueños de mascotas presentan síntomas de duelo tras su pérdida. Aún al año de ocurrido el hecho, un 22,4 % continúa experimentando signos de dolor emocional. Estos datos reflejan que la necesidad de elaborar la pérdida es real y profunda".
"Distintas actividades —como memoriales, espacios de recordación o ceremonias— han demostrado ser herramientas fundamentales en la elaboración del duelo porque permiten dar un sentido, expresar emociones y canalizar el amor hacia un lugar tangible. La ausencia de un espacio de memoria puede intensificar el sufrimiento y prolongar el proceso de dolor", remarca.
Asegura que un memorial "contribuye a validar el dolor por la pérdida de una mascota, reduciendo los sentimientos de soledad e incomprensión. Estudios psicológicos señalan que las actividades simbólicas ayudan a disminuir la intensidad del duelo y favorecen la aceptación de la pérdida".
"El Árbol Memorial transmitirá a las nuevas generaciones la importancia del cuidado, el respeto y el agradecimiento hacia los animales que tanto amor nos dan. Además, reafirma a Viedma como ciudad pionera en gestos comunitarios de empatía y reconocimiento", subraya Franco.
"Este proyecto representa un gesto simple pero profundamente humano que honra a quienes formaron parte de nuestras vidas y nos invita a seguir construyendo una ciudad más sensible, consciente y unida", concluye.























