Un niño de 10 años de edad que veraneaba en Las Grutas cayó desde lo alto del acantilado y luego de ser asistido en el hospital local Violeta Villalobos fue derivado a Viedma para realizarle estudios de mayor complejidad.
El incidente ocurrió el domingo por la tarde entre la Primera y la Segunda Bajada, uno de los sectores más concurridos por las familias, y donde el barranco, que como en todo la línea de costa está delimitado por un paredón, alcanza los 8 metros de altura.
La caída sorprendió a la multitud que disfrutaba de la playa y provocó un momento de gran nerviosismo. Los testigos alertaron a los integrantes del cuerpo de Guardavidas, quienes de inmediato atendieron al menor y lo subieron a una tabla, en la que lo llevaron escaleras arriba hacia una ambulancia que ya lo estaba esperando.
El director del hospital, Pablo Duna, indicó que el chiquito se encontraba estable y que se decidió trasladaron al Hospital Zatti de Viedma para descartar lesiones con una Tomografía Axial Computada (TAC) y evaluación pediátrica, informó noticiasnet.com.ar, que cita como fuente al sitio Informativo Hoy.
Se presume que cayó sobre la arena, por lo que las lesiones resultaron menos graves.
En esta marco, trascendió que el menor tienen un antecedente de implante coclear "que facilita el tratamiento de las hipoacusias profundas y severas” y, al parecer, se escapó del cuidado de sus padres y se precipitó al vacío.
Además, sostiene el mismo medio, tiene una válvula de derivación ventrículo peritoneal por hidrocefalia, "líquido adicional aumenta la presión en el cerebro y puede causar daño cerebral".
Una versión indica que el pequeño se encontraba de vacaciones con su familia, y que habrían llegado desde la ciudad de Cinco Saltos.
Ya había ocurrido
El frente costero de Las Grutas presenta una línea de acantilados que en algunos puntos llega a superar los 8 metros de altura y es una de las características distintivas del destino turístico. De echo, las cuevas que formó la eroción del mar le dan el nombre al lugar.
Solo un paredón de forma irregular que inspiró el artista plástico uruguayo Carlos Páez Vilaró separa la vereda de la costanera del vacío. Sucede que se puede sortear el murallón de un salto. Muchos, sobre todo los jóvenes, lo hacen para orinar. Otros solo para quedar más cerca del precipicio y sentir el vértigo. Muchas veces son envalentonados por el consumo de bebidas alcohólicas y otras sustancias.
De cualquier manera es peligroso y había carteles que lo advertían. De todos modos cada tanto suelen ocurrir caídas desde lo alto. Como la superficie es mayormente de arena, fundamentalmente en los sectores céntricos de la villa que son los más concurridos, las lesiones de los aterrizajes que se han registrado suelen ser de menor gravedad. Aunque sin el golpe es en lugares donde la arena fue despejada y aparece la plataforma rocoso, las consecuencias son más severas.
Dos accidentes en el mismo lugar
Le ocurrió por caso a un hombre de unos 30 años que se desplomó en la zona de la bajada Terraza al Mar, situada hacia el nombre de la villa balnearia. Fue en enero de 2015,
El turista sufrió un fuerte golpe en la cabeza y varias costillas fracturadas que le perforaron un pulmón, porque justamente golpeó contra una roca. Estuvo internado en terapia intensiva en el hospital de Viedma, pero luego se recuperó favorablemente.
En ese mismo lugar en noviembre de 2012 un nene de pocos años llamado Josías, también cayó desde la misma altura. Luego un largo período de internación le colocaron un implante en el cráneo, fracturado al impactar contra una piedra. Durante varios meses debió llevar un casco para evitar cualquier golpe.
FUENTE: La Mañana de Cipolletti
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