Vengo desde hace muchos años pregonando la necesidad de desarrollar estrategias de crecimiento, de ordenar y planificar el crecimiento de esta provincia y desde el advenimiento de la democracia hasta la llegada de Javier Milei, todos los que estuvieron al frente de los gobiernos nacional y provincial hicieron todo lo contrario, fueron tapando agujeros, haciendo negocios, priorizando intereses personales y electorales en detrimento de sus gobernados.
Por eso fui uno de los primeros rionegrinos que primero me alejé de los partidos tradicionales que fueron mutado a empresas con fines de lucro y a los años apareció el tipo que supo transmitir aquella situación y sin dudar, inmediatamente, me sume al proyecto de Javier Milei y fui su candidato a gobernador.
Lo dije en aquel momento y no con el resultado cantado como hicieron varios, había aparecido alguien con verdaderas intenciones de cambiar las cosas, con ímpetu, con fortaleza y con valor.
También me habrán escuchado decir infinidad de veces que reivindico la política, pero como herramienta de crecimiento, de respuestas a la gente, de cambiarle la vida a nuestra gente. Soy un hombre de la política y vengo desde hace años intentando cambiar las cosas, empezando por las formas de ejercer la política, y ya he dado claras muestras de ello.
Milei demostró que era necesario cambiar el rumbo, de generar una nueva relación entre la política y la vida cotidiana, solo era necesaria la confianza, la decisión de encarar un camino duro pero que está rindiendo sus frutos.
No hay que aflojar. Todavía siguen existiendo aquellos que no entienden como debe ser este proceso. Sigue habiendo resabios, de aquellos que Milei denomina casta, muchos de los cuales ocupan lugares de importancia en los estamentos políticos y que formaron y forman parte de los que gobernaron y gobiernan esta provincia que encima tienen la caradurez de referirse al hoy presidente como un hombre antidemocrático y tirano.
Todavía no se dieron cuenta que sus intereses mezquinos, personales, propios de la vieja política, de divisiones y peleas destruyeron primero a sus partidos y no conformes con eso se metieron desvergonzadamente en alguna alianza que los contuviera, para seguir haciendo daño al resto de los ciudadanos al solo efecto de mantener su status quo.
Y fue por ellos, efectivamente como dijo una legisladora, que llegó Milei, ellos hicieron que hoy tengamos a este presidente que fue, a diferencia de todos ellos, un candidato que dijo lo que pensaba, lo que había que hacer y lo que iba a hacer, que fue auténtico y por eso lo logró y que a pesar de enfrentar desde el gobierno a todos estos que aún quedan, logró en un año, lo que ellos vinieron desacomodando durante los últimos 30.
Son los mismos de siempre, los mismos que presagiaban que el presidente elegido por el 55% del electorado duraba tres meses, los que mismos que le pusieron en el camino cuanta traba honesta y deshonesta, típicas de ellos, estaba a su alcance, estos mismos que ahora nos les da vergüenza subestimar a los electores y decir que el presidente es antidemocrático y loco.
El poder es dinámico y se construye a partir del ejercicio. Milei lo está demostrando con creces y sigue teniendo el mismo o más acompañamiento que aquel histórico 19 de noviembre de 2023 que le dio esa legitimidad de origen, constitucional y electoral y que ahora construyó a partir del ejercicio del poder.
Javier Milei no es un producto de los que siempre miraron desde arriba, es un producto legítimo y auténtico de la sociedad.
Se avecina un 2025 muy especial para el país y también para nuestra provincia. Cada cierre de año siempre es una oportunidad para reflexionar sobre estos temas importantes. A quienes integramos Primero Río Negro nos encontrará trabajando con mucha entereza y fortaleza para sumarle acompañamiento al presidente desde donde nos necesite y para iniciar el camino del gran cambio que también necesita nuestra provincia. Feliz año para todos.