Mientras se realizan anuncios de grandes inversiones (por cierto, muy interesantes) a mediano y largo plazo, el gobernador Alberto Weretilneck no le encuentra la salida a la crisis sanitaria en Río Negro.
Esta desorientación quedó a la luz con la salida de la ministra Ana Senesi a sólo diez meses de haber asumido.
Lo más grave es que la falta de hallazgo de una solución repercute directa y diariamente en la población de la provincia, que se halla con decenas de problemas cuando recurre a los hospitales provinciales.
Los trabajadores del sector, agrupados en ASSPUR, comenzaron a advertir hace varias semanas que los nosocomios están colapsados desde todo punto de vista: falta de personal, insumos, medicamentos y equipamiento.
Ese gremio envió este jueves una nota al ministro de Salud interino, Gabriel Sánchez, solicitándole una urgente reunión de la mesa sectorial, en conjunto con la Función Pública, para analizar “la grave crisis”.
“Necesitamos respuestas concretas sobre las resoluciones de horas extras reclamadas en más de cuatro mesas de salud”, entre los temas que plantean.