La 'onda no verde' en la cuadra del hospital de Viedma
La ‘onda verde’ que se implementó en la calle Rivadavia de Viedma durante la gestión de Pedro Pesatti fue una acertada medida, que agilizó el tránsito y evita muchos accidentes.
Sin embargo hay aspectos que mejorar, ya sea desde el punto de vista de la reorganización o -simplemente- de la exigencia y control del cumplimiento de las normas.
La posibilidad de circular sin toparse con un semáforo en rojo y viajando sin detenerse a aproximadamente 40 kilómetros por hora se inicia en esa arteria (aunque a esa altura se denomina San Martín) y Saavedra y se puede extender hasta Florentino Ameghino.
Sin embargo en ese trayecto hay un gran cuello de botella en la cuadra entre Guido y Alberdi, es decir, en el hospital Zatti, debido a que generalmente hay taxis estacionados en doble fila.
No es un detalle menor que en esos 100 metros, como en casi toda la extensión de Rivadavia, hay una ancha bicisenda, lo que reduce mucho la cantidad de metros que pueden utilizar los vehículos.
Aún es peor allí si se tiene en cuenta que en esa cuadra, además de la plataforma de taxis y la posibilidad de que estacionen rodados particulares prácticamente frente al nosocomio, existe una parada para colectivos.
En síntesis, y en ciertos horarios en particular, suele ser un caos y un peligro para todos.
La solución está en manos de la municipalidad.