CALCATREU sin Estado, extractivismo para pocos
Desde Nuevo Encuentro Río Negro queremos expresar nuestra posición sobre el desarrollo del proyecto minero Calcatreu en Jacobacci.
En primer lugar, apoyamos la propuesta de los concejales de Unión por la Patria para que sea el pueblo de Jacobacci el que decida sobre el modelo de desarrollo local a través de un plebiscito o consulta ciudadana. Es fundamental escuchar esas voces.
En segundo lugar, objetamos el proceso de construcción social que se lleva adelante, incluida la audiencia pública para validar el desarrollo del proyecto minero, que si bien puede no estar viciado de legalidad si lo está en cuanto a su legitimidad. Llenar las calles de Jacobacci de policías es simbólicamente violento y es un claro mecanismo para infundir temor en quienes tienen una mirada distinta.
En este caso, y otra vez, no se han resuelto las dificultades históricas del Estado rionegrino para construir los consensos necesarios con las comunidades originarias, los pequeños y medianos productores y sus representantes institucionales en la provincia.
Lo que está ocurriendo en la región sur en materia laboral y la falta de oportunidades para los jóvenes, que el oficialismo expone como escenario para justificar el proyecto Calcatreu, es la demostración más cabal de la ausencia de políticas públicas para potenciar la región a través de sus tradicionales actividades económicas.
En tercer lugar, advertir que no hay un Estado provincial a la altura del desafío que representa la minería. Los recursos naturales son solo oportunidades para mejorar la vida de todos, depende del Estado que estos se concreten en mejores condiciones de vida para todos.
La alineación del gobierno rionegrino con Javier Milei en el proceso de reprimarización de la economía Argentina y el retiro del Estado en su rol de promotor del desarrollo sustentable. Deja al Estado un rol subsidiario en la promoción de un modelo de desarrollo sustentable, proponen volver a ser exportadores de materias primas, sobre todo de recursos naturales, petróleo, gas y minerales, sin agregar valor local, sin transferencia de tecnología. El ejemplo más evidente es la adhesión al RIGI, un modelo netamente extractivista.
Esto plantea una reconfiguración de la matriz productiva rionegrina, desaprovechando una oportunidad histórica para aprovechar nuestros recursos naturales y generar empleo de calidad, compensar los impactos negativos de estas explotaciones con incentivos a otras actividades económicas, diversificar y complementar nuestra economía provincial, generar empleo, cuidar el ambiente y mejorar la infraestructura.
El modelo que proponen Milei y sus aliados locales (JSRN, el PRO y la LLA) para Rio Negro nos condenan a tener una provincia con sectores muy dinámicos con pocos empleos de calidad ( en el caso de Calcatreu se habla de 150 empleos, el 0.1% del empleo privado registrado en Rio Negro, que probablemente no contenga a muchos trabajadores y trabajadoras de esa región ), economías de enclave con poca capacidad estatal para distribuir los beneficios de la extracción de gas, petróleo y minería en toda nuestra provincia, y cuidar el medio ambiente y la infraestructura vial.
No nos oponemos al desarrollo ni a las inversiones, toda industria puede ser desarrollada de manera sustentable con un Estado inteligente que gestione nuestros recursos naturales como estratégicos, que trabaje y promueva la integración de las distintas actividades económicas.
Pero creemos que la complejidad de estas actividades, puede reducir nuestro potencial a un mero desarrollo extractivista, que genera más costos sociales, productivos y ambientales que los supuestos beneficios que acarrearía la minería, sobre todo cuando se desarticula la capacidad estatal para distribuir los beneficios y controlar los daños.
Lamentablemente, el proyecto Calcatreu no generará las oportunidades que hace tantos años espera la región sur.