Navidad entre el estruendo y la falta de empatía: reclamos en Viedma y Patagones por el uso de pirotecnia

UN PASO ATRÁS

Viedma25/12/2025
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Como ocurre cada año, la llegada de la Navidad volvió a estar marcada en Viedma y Carmen de Patagones por el uso indiscriminado de pirotecnia estruendosa, una práctica que, lejos de ser una celebración, genera serias consecuencias para personas con discapacidad, adultos mayores, niños pequeños, animales y vecinos en general.

A pesar de la información disponible y de los reiterados pedidos de concientización, durante la noche del 24 y la madrugada del 25 se escucharon fuertes explosiones en distintos barrios de ambas ciudades, evidenciando una preocupante falta de empatía social y el escaso respeto por la convivencia comunitaria.

Familias con niños con trastornos del espectro autista, personas con hipersensibilidad auditiva, pacientes con problemas de salud, así como proteccionistas y dueños de mascotas, volvieron a vivir horas de angustia. Perros y gatos desorientados, escapes, accidentes y cuadros de estrés severo se repiten año tras año, sin que el mensaje de una celebración sin estruendos logre calar en un sector de la ciudadanía.

A esta situación se suma la contradicción entre las normativas vigentes y la realidad. Tanto en Viedma como en Patagones existen ordenanzas que restringen o prohíben el uso de pirotecnia sonora, pero la falta de controles efectivos en la venta y, especialmente, en su posterior utilización, convierte a estas normas en meras expresiones de deseo.

Vecinos y organizaciones remarcan que no alcanza con campañas de concientización si no van acompañadas de inspecciones reales, sanciones concretas y una presencia activa del Estado durante las fechas sensibles. La comercialización sin control y la ausencia de operativos durante la noche de Navidad refuerzan la sensación de impunidad.

La discusión vuelve a instalarse con fuerza: celebrar no debería implicar dañar ni generar sufrimiento ajeno. En tiempos donde se habla de inclusión, respeto y derechos, el uso de pirotecnia estruendosa aparece como una práctica anacrónica que interpela directamente a la responsabilidad individual y colectiva.

Mientras tanto, crece el reclamo para que las autoridades municipales y provinciales avancen con verdaderos controles, no solo en los días previos, sino también durante las celebraciones, y para que la empatía deje de ser un eslogan y se transforme en una conducta cotidiana.

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