





El gobernador Alberto Weretilneck adoptó en las últimas semanas una actitud que, es de esperar, no sea sólo electoralista: críticas a la Justicia rionegrina por ‘soltar’ rapídamente a los delincuentes.
En un posteo en sus redes sociales el mandatario advierte que su gobierno no va a permitir “que se sigan repitiendo actos de violencia dentro de nuestros hospitales”.
Relató que este domingo “en el hospital Moguillansky de Cipolletti, Franco Adrián Lautaro Flores junto a otras personas agredió físicamente al personal de enfermería que estaba cumpliendo con su tarea. Por decisión de la Justicia, ya está en libertad”.
Inmediatamente consideró que esa decisión es “inadmisible” y agregó que “no puede ser que quienes se atreven a agredir a nuestros enfermeros, a nuestros médicos, a quienes trabajan para cuidarnos, puedan atacar su integridad y retirarse como si nada hubiera pasado”.
La Provincia ya realizó la denuncia correspondiente y Weretilneck dio instrucciones al Ministerio de Salud para que se presente como querellante. “Vamos a exigir que este hecho no quede impune”.
Añadió: “No nos vamos a quedar de brazos cruzados. Vamos a actuar con todas las herramientas legales que tenemos para que este tipo de situaciones no se naturalicen y para que los responsables reciban las sanciones que corresponden. Los hospitales son espacios de cuidado. No de violencia. Y el Estado va a estar presente para proteger a nuestros trabajadores de salud”.



















