Loros Increíbles

Historias de loros (y de los científicos que estudian a los loros)

Río Negro18/11/2024 Texto: Alejandro Balbiano y Juan F. Masello
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Hay científicos que estudian a los loros barranqueros en su ambiente natural, pero también existen otros investigadores que lo hacen en ambientes controlados. Hoy vamos a conocer a dos médicas veterinarias muy especiales, que los curan y los cuidan, pero que también estudian sus comportamientos en cautiverio. 

En San Antonio Oeste, Río Negro, María Eugenia Picerno tiene una Clínica Veterinaria donde trabaja junto a María Belén Aciar. Atienden a perros y gatos, pero también reciben pacientes “alados”.

Cierto día, los guardias ambientales de la zona, les acercaron un loro que tenía una fractura expuesta en el ala. No quedó más remedio que amputar para salvar su vida. El loro fue colocado dentro de un jaulón que hay en la clínica, donde se cuidan pichones que caen de sus nidos, en Las Grutas, durante la temporada de cría. Esos pichones regresan luego a la naturaleza. Cuando ese tiempo llegó, las veterinarias pensaron que el loro lastimado se iba a quedar solo. Pero lo que ocurrió fue verdaderamente asombroso.

Al atardecer se empezaron a escuchar los sonidos de loros barranqueros provenientes del exterior, y luego esos loros, salvajes, que viven en libertad, comenzaron a entrar al jaulón, por orificios que ellos mismos hicieron en el alambrado. ¿Para qué entraron? Ingresaron para comer, pero fundamentalmente para “charlar” con su amigo que no podía volar, y para hacerle compañía. Ahora lo visitan y cuidan a diario. 

María Eugenia nos dice que “Es difícil saber si se trata de un comportamiento casual o voluntario. Lo cierto es que son aves muy inteligentes y sociales”. Belén agrega que “Reparamos el alambrado y lo vuelven a abrir con sus picos. Vemos este comportamiento desde hace años”. Ambas profesionales destacan la empatía de los loros con su amigo lastimado, y dicen al unísono “Estas aves son increíbles”.

Un dato de último momento. Días después de nuestra visita, llegó otro loro lastimado al que tuvieron que amputarle un ala. Ahora se hacen compañía dentro del jaulón, y los otros loros siguen visitando a sus dos amigos.

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