El intendente de Viedma, Marcos Castro, confirmó que la obra pública seguirá siendo partícipe durante su gestión como jefe comunal de la capital rionegrina, en el marco de la eliminación de la misma por parte del gobierno nacional.
"Como intendente, es mi deber expresar mi total desacuerdo con la perspectiva a nivel nacional sobre las obras públicas. Creo firmemente que la construcción de un país fuerte y próspero no es posible sin una sólida inversión en obra pública", dijo durante su discurso de apertura de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante.
Asimismo, señaló que "si bien no descarto la posibilidad de que ciertas obras puedan ser ejecutadas por el sector privado o en convenios colaborativos, considero que el grueso de las obras, especialmente aquellas que son estratégicas y que materializan políticas públicas fundamentales, deben ser llevadas a cabo por el Estado".
Por ello, mencionó, "reafirmo mi convicción de que el Estado debe liderar ese proceso y ser el principal responsable de garantizar que las obras se realicen de manera transparente, eficiente y en beneficio de la sociedad y la comunidad".
"Es fundamental que defendamos el rol del Estado como motor principal de la obra pública, pues es el único actor capaz de velar por el interés general y del desarrollo integral de nuestras comunidades", aclaró.
Por último, ratificó que "como intendente, no detendré por completo la obra pública, aunque nuestro presupuesto no nos permita financiar obras de gran envergadura. Estamos comprometidos a invertir recursos importantes y presupuestados para seguir mejorando la vida de nuestros vecinos y vecinas".
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