Cuestionamientos por la inauguración de solo tres cuadras asfaltadas en Viedma

Días atrás, la Municipalidad de Viedma inauguró la pavimentación del boulevard Ituzaingó, en el tramo comprendido entre las calles Winter y avenida Perón. El acto contó con la presencia del intendente Marcos Castro y del gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, y fue presentado oficialmente como un avance significativo para la conectividad urbana de la ciudad.

La obra, que abarca tres cuadras, demandó una inversión superior a los 520 millones de pesos, financiados con aportes provinciales en el marco del programa “Junto al Municipio, construyendo provincia”. Desde el Ejecutivo municipal se destacó la importancia de la intervención como parte del proceso de mejora de la infraestructura vial.

Sin embargo, la inauguración generó críticas y cuestionamientos desde distintos sectores, que señalan el fuerte contraste entre esta obra puntual y el estado general de las calles en la capital rionegrina.

Según planteó Cristian Rodicio, presidente de la Mesa Viedma del Partido del Trabajo y la Equidad de Rio Negro, el tramo recientemente asfaltado "se convirtió en una excepción dentro de una ciudad donde predominan las calzadas deterioradas, con baches persistentes, parches provisorios y arterias principales en mal estado".

Advirtió que el problema vial "no se limita a zonas periféricas, sino que atraviesa a barrios de toda la ciudad, incluyendo avenidas de alto tránsito y calles internas. En ese contexto, consideran que la puesta en valor de solo tres cuadras resulta insuficiente frente a la magnitud del deterioro existente".

A esta situación se suma la discusión en torno al presupuesto municipal recientemente aprobado. Desde el oficialismo se afirmó que el ordenamiento de las cuentas públicas permitirá avanzar en un Plan de Asfalto que alcanzaría a más de quince barrios. No obstante, hasta el momento no se han difundido detalles concretos sobre las calles que serán intervenidas, los plazos de ejecución ni los criterios de prioridad.

Las críticas apuntan a la falta de información pública y de una planificación urbana integral "que permita conocer con claridad el alcance real de las obras proyectadas. En ese sentido, se reclama mayor transparencia, cronogramas accesibles y una política sostenida de mantenimiento de la infraestructura existente".

Mientras continúan los anuncios y las inauguraciones puntuales, el estado de las calles sigue siendo una de las principales preocupaciones de los vecinos de Viedma, quienes esperan soluciones estructurales que vayan más allá de intervenciones aisladas y permitan mejorar de manera sostenida la circulación y la calidad de vida en la ciudad.