El PJ repudió el despido del periodista viedmense: "Una nueva muestra del autoritarismo con que Weretilneck conduce el Estado"
El Partido Justicialista de la Provincia de Río Negro repudió enérgicamente el accionar del gobernador Alberto Weretilneck, quien decidió despedir al periodista Luciano Barroso de la planta del Estado en presunta represalia por la cobertura del caso que involucra a Fred Machado.
"El despido de Barroso constituye un grave atropello a la libertad de prensa y una nueva muestra del autoritarismo con que Weretilneck conduce el Estado rionegrino", señalaron.
Añadieron en una nota: "El nerviosismo que exhibe el gobierno provincial deja en evidencia su intención de silenciar voces para encubrir hechos de corrupción que alcanzan a ex funcionarios de su propio espacio político, como Claudio Ciccarelli, primo y presunto testaferro de Machado, quien ocupaba un cargo en el bloque que conduce Facundo López en la Legislatura.
A su vez, el gobernador —amparado en la impunidad judicial— continúa violando las normas electorales y malversando fondos públicos en campañas de propaganda personal y partidaria, utilizando los recursos de todos los rionegrinos y rionegrinas para sostener una imagen política cada vez más deteriorada.
Estas prácticas no solo deterioran la calidad institucional, sino que profundizan la crisis de confianza entre la ciudadanía y sus dirigentes.
En momentos en que el país atraviesa una profunda desintegración social y económica provocada por el gobierno de Javier Milei, Weretilneck elige imitar esas mismas prácticas autoritarias y persecutorias que caracterizan al oficialismo nacional.
Desde el Partido Justicialista de Río Negro advertimos que la democracia se defiende con pluralidad, transparencia y respeto por la libertad de expresión, no con persecución, miedo ni censura.
Los dirigentes deben estar a la altura de un pueblo rionegrino que sufre las consecuencias de las políticas de ajuste, la entrega de soberanía y la destrucción del Estado nacional.
El gobierno de Alberto Weretilneck ha sido cómplice del modelo de intolerancia y destrucción social que impulsa Milei: lo acompañó con su voto en la Ley Bases, el Pacto de Mayo y ahora lo hace apoyando a Karina Milei en la causa de las coimas en discapacidad.
Gobernador, el nerviosismo no le hace bien a nadie. Y la censura, mucho menos".