Flor Kuyen: la historia detrás del primer ingreso laboral trans en el CURZAS-UNCo
La universidad no es solo un lugar para estudiar: también puede ser el espacio donde una vida cambia para siempre. Así lo vive Flor Kuyen, la mujer trans que ganó el histórico concurso no docente del Complejo Universitario Regional Zona Atlántica y Sur (CURZAS) de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), en el marco de la ley de cupo laboral trans. Su ingreso representa mucho más que un empleo: es reparación, visibilidad, y un paso firme hacia una institución más justa.
Por años, Flor Kuyen cargó con el peso del silencio. Creció en las chacras de Luis Beltrán, en una familia religiosa, con un padre violento y una estructura que nunca le permitió decir en voz alta quién era. “Me di cuenta de que había algo en mí que era distinto a los 8 años”, recuerda. Pero tuvo que pasar más de dos décadas para que pudiera vivir su identidad libremente. “Empecé mi transición a los 34. Hasta ese momento no podía ser libre”, cuenta.
El CURZAS-UNCo abrió en marzo un concurso para cubrir un cargo no docente destinado a personas trans, en cumplimiento de la Ley Nacional 27.636, que promueve el acceso al empleo formal para travestis, transexuales y transgénero. La medida se gestó desde el proyecto institucional “Perspectiva de Género” coordinado por Natalia Puertas y forma parte del compromiso por construir una universidad con igualdad real, no solo normativa.
El proceso fue cuidado y respetuoso. “Nos adaptamos para garantizar igualdad de oportunidades reconociendo las trayectorias de vida diversas”, explicó la decana Adriana Goicochea. No se trató solo de cumplir una ley, sino de consolidar una cultura universitaria inclusiva.
Flor recuerda cada paso con detalle: la entrevista, el acompañamiento permanente, el material para estudiar, las personas que le tendieron la mano. “Me trataron con mucho respeto. Hasta me ayudaron a armar el currículum. Fue muy emocionante enterarme de que había ganado. Era algo que necesitaba para salir del lugar en el que estaba”, dice.
Técnica electrónica, docente idónea, estudiante de profesorado y trabajadora de la educación, Flor llegó a la universidad luego de haber enfrentado la exclusión y la patologización de su identidad. “Antes de transicionar tuve ataques de pánico y me diagnosticaron con un brote psicótico. Pero era la represión, la angustia de vivir negándome”, relata. Su salud comenzó a mejorar cuando encontró un grupo de apoyo, atención profesional y, finalmente, un lugar donde ser aceptada y llamada por su nombre: Flor Kuyen.
En este nuevo contexto, dice, siente que algo empieza a cambiar. “Siento que este trabajo me va a cambiar totalmente, que va a cambiar mi calidad de vida porque acá para todo el mundo voy a ser Flor Kuyen”, expresa con esperanza.
Aunque al principio le pesó cierta culpa por haber ganado viniendo de otro lugar, pronto comprendió que su formación, su recorrido y su historia también merecen reparación. “Yo también me merezco que me pasen cosas lindas. Estudié, me formé. Casi me vuelvo loca por negarme tanto tiempo. Esta oportunidad me permite alzar la voz y representar a muchas chicas trans que necesitan que se cumpla la ley y que haya más puestos laborales”, agrega.
La historia de Flor es un recordatorio de lo que está en juego cuando se abren las puertas de manera genuina: dignidad, salud, pertenencia. Y, en su caso, también una forma de sanar antiguas heridas.
Cómo fue el proceso de selección
Hubo 12 aspirantes que se inscribieron en el marco del cumplimiento de la Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero, conocida como Ley “Diana Sacayán – Lohana Berkins”.
La convocatoria fue destinada a cubrir un cargo no docente de planta temporaria, categoría 7 del agrupamiento administrativo, y se realizó mediante un concurso abierto de antecedentes y oposición. El proceso tuvo instancias de examen y entrevistas, tras las cuales se estableció un orden de mérito.
Un equipo del jurado integrado por las no docentes Leila Waidatt (Directora De Biblioteca CURZAS); Lesly Silva (Responsable de Orientación Estudiantil) y Alejandra Bozal (integrante del Departamento de alumnos) tomaron la prueba junto a los veedores Florencia Arraigada por parte del Colectivo y Maximiliano Merino por parte del gremio no docente.
Esta iniciativa surgió como respuesta a una solicitud presentada por el colectivo LGBTIQNB+ de Viedma, que pidió que se aplicara la ley en el ámbito del complejo universitario. A partir de ese pedido se diseñó un plan educativo-laboral y se trabajó de manera articulada con el área legal y la secretaría general de la sede central de la UNCo en Neuquén.
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