¿Cuánto tiempo más la Patagonia va a seguir aguantando el maltrato del gobierno central?
La paciencia de la Patagonia se agota. Nos exprimen hasta el límite y apenas nos devuelven migajas. El gobierno central se lleva todo: nuestros recursos naturales, nuestra energía, nuestra producción. Y a cambio, nos devuelve un 12%, o en el mejor de los casos, 36 pesos por cada 100 que se van en impuestos. ¿Qué país puede construirse sobre semejante injusticia?
Nos quitaron la tarifa eléctrica diferencial, clave para una región donde el invierno dura medio año. Nos sacaron el régimen de promoción industrial como el de Tierra del Fuego, mientras nos saquean el gas, el petróleo y los minerales. Se llevan nuestras riquezas y nos dejan hospitales colapsados, escuelas abandonadas y rutas que son una trampa mortal.
A esto se suma la entrega del gobernador Weretilneck, que se dejó usar para validar políticas que hunden a Río Negro y a toda la Patagonia. Nos prometieron las plantas de GNL, pero no las van a construir. Nos quieren vender las represas hidroeléctricas que están sobre nuestros ríos, pero ni siquiera nos dan participación en su control. Y para colmo, pagamos la energía más cara del país. Un absurdo.
Basta de saqueo. Basta de avasallar a los patagónicos.
La Patagonia no necesita de Capital Federal para salir adelante. Si nos devolvieran lo que nos corresponde, seríamos una potencia. Seríamos Suiza (Obvio sin Weretilneck gobernando) Pero seguimos siendo tratados como una colonia interna, explotados por un centralismo que no mira más allá del AMBA.
La época del colonialismo terminó. Es hora de que la Nación empiece a mirar a la Patagonia con justicia. Queremos lo que nos corresponde. Queremos decidir sobre nuestros recursos, sobre nuestra energía, sobre nuestro futuro.
No vamos a quedarnos callados. La dignidad del pueblo patagónico no se negocia.
(*) Legislador Provincial de Río Negro
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