Lo acusaron de abusar de su hijo: pasó las 'mil y una' y, tras más de dos años sin ver al niño, fue sobreseído
El papá de un pequeño niño de Cipolletti enfrentó todos los avatares del sistema judicial luego de que la madre, en medio de una conflictiva separación, lo acusara de abusar de su propio hijo. Estuvo casi treinta meses sometido al proceso judicial, a la criatura le practicaron tres cámaras Gesell y a pesar de que las juezas de garantías advirtieron la situación, un juez de juicio revocaba la resolución. El Tribunal de Impugnación puso blanco sobre negro.
"Pasó mil y una ese papá", admitieron sus allegados. El origen fue la separación conflictiva y en una situación cotidiana la mamá lo acusó de abuso. Una jueza de Familia de Cipolletti le cortó el contacto y el tema pasó al fuero penal. La fiscalía se retiró del proceso porque advirtió que no había sustento.
Pero la madre se constituyó en querellante y siguió adelante sin la fiscalía. Al niño lo sometieron a tres Gesell, pese a que las profesionales del Cuerpo de Investigación Forense advertían que eso no se podía realizar.
Una primera jueza les puso coto. Sobreseyó. Pero un juez de juicio revocó. Una segunda jueza volvió a sobreseer por plazos. El mismo juez de juicio volvió a revocar. Pasaron treinta meses hasta que la defensa encabezada por los abogados Nicolás Paredes y Sebastian Caldiero consiguieron una respuesta del Tribunal de Impugnación.
Esta semana, el TI confirmó el sobreseimiento del papá imputado por abuso sexual, tras determinarse el vencimiento de los plazos de la etapa de investigación preliminar. La decisión del tribunal se conoció en una audiencia presidida por la jueza María Rita Custet Llambí, con la participación de los jueces Carlos Mohamed Mussi y Adrián Fernando Zimmermann.
La causa y un lento trajinar
La causa se inició en julio de 2022 con una denuncia presentada ante el fuero penal. La investigación atravesó varias instancias judiciales, incluidas cámaras Gesell y resoluciones contradictorias entre juezas de garantías y el juez de revisión. Según los antecedentes del caso, la jueza de garantías había dispuesto el sobreseimiento en julio de 2024 debido a la extinción de la acción penal por el agotamiento de los plazos procesales. En una audiencia previa, la fiscalía se retiró del proceso porque -mencionaron- no tenían prueba suficiente para la formulación de cargos.
Sin embargo, la parte querellante impugnó la decisión de la jueza de garantías, lo que llevó al juez Marcelo Gómez a revocar el sobreseimiento en septiembre de 2024, ordenando continuar la investigación. Esta decisión fue apelada por la defensa, que argumentó una violación al debido proceso debido a la dilación injustificada de los plazos, los cuales ya habían caducado. También señalaron el impacto negativo del proceso en el vínculo familiar entre el imputado y su hijo.
El Tribunal de Impugnación evaluó los argumentos de las partes y concluyó que el sobreseimiento debía ser ratificado al no haberse cumplido los requisitos legales para extender los plazos de la investigación preliminar. Los jueces consideraron que el agotamiento de los plazos había sido correctamente determinado por la jueza de garantías en su resolución original.
El padre podrá pedir ver a su hijo
El fallo destacó que la prolongación de los plazos procesales sin prórrogas debidamente solicitadas o concedidas afecta los derechos del imputado y el principio de legalidad procesal. En este sentido, el tribunal dejó sin efecto la resolución del juez de revisión y reafirmó el sobreseimiento. Con esta decisión se acaba la instancia penal y ahora ese papá podrá pedir la vinculación ante el fuero de Familia.
La decisión fue adoptada por unanimidad entre los integrantes del tribunal, quienes también resolvieron que no se impongan costas en este proceso.
FUENTE: La Mañana de Cipolletti