Juicio por jurado: "Un papelón que quedará marcado en la justicia rionegrina"
"Más de 17 horas de audiencia, pero, al final, una persona que confesó un crimen, diciendo que «me salió mal el tiro», recuperará su libertad en las próximas horas". Esa frase utilizó el periodista viedmense Darío Cárdenas en su portal de noticias 'infodc' al hacer referencia de lo sucedido en el juicio por jurado que se realizó la semana pasada en Viedma y que analizó un homicidio ocurrido en General Conesa.
Como lo estimó el hombre de presa, el acusado quedó en libertad este viernes.
LA NOTA COMPLETA
¿Cómo es posible que Eduardo David Morello, tras admitir haber matado a alguien, quede absuelto? En las próximas horas, este caso marcará un antes y un después en el sistema judicial rionegrino, dejando una familia sin justicia y un pueblo confundido.
La absolución inexplicable de Morello
La historia comienza el 7 de agosto de 2023, cuando Beimar Llanos Condori, oriundo de Bolivia, pierde la vida en una chacra de General Conesa. La Fiscalía lo acusaba de homicidio, con agravantes de odio por nacionalidad y el uso de un arma de fuego. Sin embargo, el juicio culminó con un resultado desconcertante: Morello fue declarado culpable solo por amenazas agravadas por el uso de armas, pero no se alcanzaron los 10 votos necesarios para que el jurado lo considerara culpable de homicidio.
Aunque la autoría del crimen no estaba en duda, los agravantes no fueron suficientes para que el jurado decidiera su culpabilidad por homicidio agravado por odio racial o exceso en legítima defensa. Ante la falta de acuerdo, Morello quedó absuelto. ¿Cómo pudo pasar esto? El juicio estuvo marcado por la confusión y la incomodidad de los jurados, quienes, en algunos momentos, llegaron incluso a dormirse.
El papel del jurado: ¿Falta de preparación o desinterés?
El proceso estuvo marcado por la incomunicación entre los profesionales involucrados y el jurado popular, compuesto por ciudadanos comunes: empresarios, comerciantes, albañiles, entre otros. El uso de un lenguaje técnico y jurídico que los jurados no lograron entender generó una desconexión total. Los testimonios de los peritos y los alegatos de los fiscales y la defensa no hicieron más que agravar la situación, sin lograr convencer al jurado de la gravedad del homicidio ni de sus implicaciones legales.
El fiscal jefe, Juan Pedro Peralta, y el abogado querellante, Santiago Güenumil, se mostraron frustrados, incluso llegando a recriminar al juez Marcelo Álvarez por no haber explicado adecuadamente al jurado las consecuencias de no alcanzar un acuerdo. Sin embargo, el juez se limitó a seguir lo que estipula el Código Procesal Penal, un proceder que, en este caso, no fue comprendido por los jurados, lo que desembocó en la absolución de Morello.
Un final descontrolado
A medida que la audiencia avanzaba hacia las primeras horas del jueves, el ambiente se tornó tenso. Los jurados, sin comprender plenamente las instrucciones, comenzaron a consultar y dudar sobre su veredicto. La fiscalía y la querella no lograron explicarle a los jurados las implicancias de sus decisiones. En medio de esta confusión, el fiscal Peralta sufrió un colapso emocional y tuvo que ser atendido por una ambulancia, lo que añadió un toque surrealista a una noche ya caótica.
Finalmente, el jurado se declaró estancado, y Morello fue absuelto. La reacción del fiscal y la querella fue de frustración, al entender que el jurado no había comprendido el alcance de su decisión. El juez, luego de explicar el resultado final, dejó en claro que Morello quedaba absuelto. Sin embargo, algunos jurados ni siquiera sabían qué significaba «absuelto», lo que reflejó la magnitud de la desconexión entre los profesionales del derecho y los ciudadanos comunes.
La fiscalía y la lección pendiente
Este juicio deja una gran lección para la Fiscalía: la necesidad de preparar mejor los casos para los juicios por jurado. La fiscalía de Viedma parece estar lejos de estar preparada para enfrentar este tipo de juicios. Es crucial que los fiscales trabajen no solo en los aspectos técnicos, sino también en el lenguaje y en la manera en que se relacionan con los miembros del jurado. Aunque quizás nos quedamos aun con la imagen del fiscal general, Fabricio Brogna, quien en sus audiencias es claro y entendible para cualquier persona. •
La sensación que queda es que una familia ha quedado sin justicia, mientras que la justicia, representada por el sistema de juicios por jurado, ha quedado más alejada que nunca del ciudadano común. El sistema judicial rionegrino tendrá que reflexionar sobre lo ocurrido y realizar los ajustes necesarios para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro.
Este viernes se definirá si Morello, que es defendido por Damian Torres, ya queda en libertad, mientras que la fiscalía y querella, ya dejaron reserva de impugnación.
Darío Cárdenas