Pensaban que se trataba de uno de los robos diarios que sufren pero todo fue muy distinto. Los dueños de una despensa de la toma Martín Fierro, en Fernández Oro, vivieron una tarde de terror cuando dos encapuchados entraron armados y empezaron a meter mercadería en dos mochilas. Luego, exigieron plata y, no contentos, entraron a la casa y abusaron de una adolescente. De acuerdo con fuentes policiales, el hecho está bajo investigación de la fiscalía cipoleña.
Una de las propietarias del negocio, ubicado muy cerca de la Ruta Chica a no mucha distancia del destacamento policial de la Caminera, relató cómo fue el ataque. El viernes, con mucha impunidad, dos delincuentes ingresaron encapuchados y le pidieron al dueño la recaudación diaria. “Vinieron con armas, cuchillos y parece que afuera había otros más”, reveló la mujer, cuya identidad se mantiene bajo reserva.
El comerciante fue golpeado e intimidado y se vio obligado a buscar más dinero, destinado al pago de un flete para realizar un transporte de un cargamento de cebollas. De esta forma, los asaltantes se apropiaron de casi 30 mil pesos. Cuando parecía que todo había terminado y que los encapuchados se retirarían con el botín, se dirigieron a la casa a través de la puerta trasera del negocio y en una habitación, dieron con la hija del dueño. Fue ahí que se produjo el abuso de la menor, de 15 años.
La adolescente todavía no pudo hablar demasiado con su padre y su madrastra de lo sucedido, por lo que esperan que una psicóloga de la Oficina de Atención a la Víctima la ayude a recuperarse. Según las fuentes, la fiscalía está avanzando en una investigación no sólo por el delito de robo agravado sino también por el abuso sexual.
La familia de comerciantes, de origen boliviano, está muy asustada y confía en que la Justicia local, esta vez, trabaje firmemente para identificar y encerrar a los autores del salvaje asalto. Tampoco saben si seguir adelante con el negocio o mudarse a un lugar más tranquilo. “Roban siempre, quieren aprovecharse de nosotros, no hay límite”, explicó la mujer, con una mezcla de resignación y mucho dolor por el incidente delictivo ocurrido el viernes.
FUENTE: La Mañana de Cipolletti